viernes, 30 de abril de 2010
SIN SALIR DE CASA
Sin salir de casa
se puede conocer el mundo.
Sin mirar por la ventana
puede conocerse el Tao del cielo.
Cuanto más lejos se viaja,
tanto menos se sabe.
Por eso el sabio conoceel mundo sin haber viajado,
distingue las cosas sin mirar
y realiza su obra sin actuar.
Tao Te king.cap.XLVII
sábado, 24 de abril de 2010
El concepto de “li” en el tai chi chuan
El concepto de “li” en el tai chi chuan
Por Robert Sohn
La palabra “li” en chino se refiere a la idea, noción o razón subyacente que activa un suceso u ocurrencia.
Cuando un nuevo practicante se inicia en el tai chi chuan lo hace con la noción de que su cuerpo se encuentra relajado, pero no está relajado según lo estándares del tai chi chuan. A medida que se comprende lo que es la relajación y se toma conciencia de las tensiones del cuerpo, se desarrollan nuevas nociones sobre le potencial del mismo para luego poder cambiar internamente.
Lo primero necesario para convertir una práctica común de tai chi chuan en un verdadero trabajo interior es tratar de cambiar el centro de gravedad del cuerpo. Normalmente, el centro que posee mayor peso en dirigir las actividades y pensamientos de nuestro cuerpo es la cabeza o el pecho. No en el sentido esotérico que un yogui o iluminado pueden utilizar estos centros energéticos, sino en el simple sentido de que el ser genera sus acciones en su centro de gravedad mecánico – emocional.
El centro del pecho, que incluye desde el plexo solar hasta el hueco infra-clavicular, es el lugar donde uno es conciente de si mismo. Es donde residen las emociones y donde se desarrollan las acciones. Es el centro emocional de las personas. Debido a las emociones, que son fragmentadas e inconstantes, la vida usualmente es una montaña rusa de subidas y descensos emocionales. Muchas ideas y valores son traídos al centro emocional durante la vida y a pesar de que algunas de estas ideas son luego expresadas por la mente, la mayoría son débiles y permanecen muy poco tiempo para luego ser tapadas por otras emociones.
Pero mientras toda esta actividad sucede y la mente está ocupada en elegir y explicar, vivimos en realidad desde el dantien (punto energético ubicado 3-4 dedos debajo del ombligo) con los valores con los que nacimos y aquellos que aprendimos en los primeros años de vida. Cuando un niño nace, todas las nociones que definen su ser se encuentran en sus genes y los conceptos básicos de su vida son también nociones que se encuentran en su dantien. Durante los primeros años de vida el niño incorpora nociones del mundo externo que almacena asimismo en su dantien. Esto se debe a que de niños vemos e interpretamos la vida desde una apreciación no intelectual, aprendiendo a través de las sensaciones con el cuerpo, sin idealizar. Estas nociones son lo que los chinos llaman “li” o las razones internas inconscientes que activan nuestras actitudes o acciones.
Mucha de la energía que se almacena en el dantien es utilizada para alimentar el centro emocional del pecho. Esta energía es esencialmente mal-gastada en expresar emociones, pero podría utilizarse para generar nuevas nociones dentro del dantien. También puede utilizarse para desarrollar la energía de todo el cuerpo liberándonos a nosotros mismos de la confusión emocional en la que vivimos y modificando nuestra postura y dirección mental descargando toda la energía posible de nuestro pecho en nuestro abdomen.
Cuando uno toma conciencia del centro energético del abdomen instantáneamente toma conciencia de sus nociones, de su “li”. Cuando esto se logra se activan las respuestas instintivas del cuerpo y mediante la observación y análisis de estas respuestas uno se vuelve cada vez más conciente de los valores reales propios y por ende adquiere un mayor y más profundo conocimiento de la propia personalidad. Uno descubre cuan poco conforman las realidades mentales y emocionales ante el hecho de haberse convertido en un ser manifiesto en el mundo.
Cuando uno trata de cambiar desde el dantien, uno realmente cambia. Esta es la razón por la que el tai chi chuan focaliza en este punto energético, debido a que es el lugar desde donde el cambio real sucede transformando la propia vida y los comportamientos.
Para una explicación más detallada del concepto de “li” (en inglés) hacer clic aquí
(link a la definición de “li” en “The Concise Oxford Dictionary of World Religions”)
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Extracto del libro “Tao and Tai Chi Kung” de Robert Sohn – Ed. Destiny Books – ISBN 0892812176
miércoles, 14 de abril de 2010
Equilibrio y el Yin y el Yang
El equilibrio y el yin y el yang
Debemos tener en cuenta que en el tai chi siempre se trabaja en relación del yin y el yang. En la búsqueda del equilibrio debemos tratar de imaginar este símbolo constantemente debajo de nuestros pies, delante de nosotros y es más, uno mismo dentro de una esfera de interacción yin-yang.
● Las posturas de pies deben estar integradas con el símbolo: tanto en la postura “paso del montañés”(o 70-30) como en la postura de ancho o doble ancho de hombros los pies encuentran su posición de equilibrio en función del yin y el yang debajo de los mismos.
● El centro de gravedad del cuerpo (dantien inferior) es el centro de un círculo que nos circunscribe. Este punto, a pesar de que el círculo se mueva y gire, siempre mantendrá la misma distancia respecto a la base que lo soporta.
● Este círculo es un símbolo yin-yang y debemos encontrar en él nuestra postura equilibrada: siempre la mitad del cuerpo debe ser yin, la otra mitad yang, arriba y abajo, derecha e izquierda, un pie yin, otro pie yang, una mano sobre el yin, otra mano sobre el yang
● El círculo se transforma en una esfera donde el diámetro es inalterable. El diámetro de la esfera en la que estamos circunscritos es nuestra columna vertebral. La alineación entre el punto de la coronilla (bai-hui) y el punto del perineo (hui-yin) determina la correcta postura de la espalda y la integración de nuestro cuerpo con la esfera yin-yang.
● A partir de allí, cada movimiento debe considerarse dentro de esta esfera. Si nos movemos hacia delante o atrás, el diámetro de la esfera (la columna) debe permanecer recto, con la distancia constante entre el centro de gravedad y la tierra y los pies alineados con el yin y el yang.
● Si el movimiento es lateral, sin traslación, los principios son los mismos y el cuerpo gira sobre su eje (como exprimir una naranja). Si la postura es en una sola pierna, el eje debe trasladarse a dicha pierna y todo el peso del cuerpo cae sobre el centro del pie.
Emociones en equilibrio
La consciencia de equilibrio dentro de la dualidad del yin y el yang se va internalizando, el cuerpo aprende a mantenerse en el medio, sin irse nunca al extremo yin, por ejemplo, todo el peso del cuerpo en la pierna de atrás; o irse a extremo yang, todo el peso adelante.
A medida que estos conceptos se aprenden y surgen automáticamente en nuestro cuerpo, aprendemos también a pensar y a sentir desde nuestro eje central, tratando también de no ir a los extremos emocionales. O por lo menos incorporando la capacidad de darnos cuenta del momento en el que estamos en el extremo y saber que hay formas de volver al centro.
Es así como emocionalmente logramos el equilibrio, reconociendo los aspectos yin y yang de cada emoción y su forma de complementarse con otras, ya que cualquier exceso será perjudicial, hasta un exceso de alegría.
Los procesos de mejora de equilibrio físico y de equilibrio emocional se retroalimentan. Los bloqueos energéticos se van soltando al mejorar el equilibrio físico y a su vez, las emociones generan menos bloqueos físicos al estar en equilibrio.
Lo importante no es estar siempre en equilibrio inalterable, sino darnos cuenta cuando estamos en desequilibrio y tener la capacidad de volver al centro.
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Bibliografía:
Libro “The Dao of Taijiquan: Way to Rejuvenation” de Jou Tsung Hwa - Tai Chi Foundation - ISBN 0804813574
Debemos tener en cuenta que en el tai chi siempre se trabaja en relación del yin y el yang. En la búsqueda del equilibrio debemos tratar de imaginar este símbolo constantemente debajo de nuestros pies, delante de nosotros y es más, uno mismo dentro de una esfera de interacción yin-yang.
● Las posturas de pies deben estar integradas con el símbolo: tanto en la postura “paso del montañés”(o 70-30) como en la postura de ancho o doble ancho de hombros los pies encuentran su posición de equilibrio en función del yin y el yang debajo de los mismos.
● El centro de gravedad del cuerpo (dantien inferior) es el centro de un círculo que nos circunscribe. Este punto, a pesar de que el círculo se mueva y gire, siempre mantendrá la misma distancia respecto a la base que lo soporta.
● Este círculo es un símbolo yin-yang y debemos encontrar en él nuestra postura equilibrada: siempre la mitad del cuerpo debe ser yin, la otra mitad yang, arriba y abajo, derecha e izquierda, un pie yin, otro pie yang, una mano sobre el yin, otra mano sobre el yang
● El círculo se transforma en una esfera donde el diámetro es inalterable. El diámetro de la esfera en la que estamos circunscritos es nuestra columna vertebral. La alineación entre el punto de la coronilla (bai-hui) y el punto del perineo (hui-yin) determina la correcta postura de la espalda y la integración de nuestro cuerpo con la esfera yin-yang.
● A partir de allí, cada movimiento debe considerarse dentro de esta esfera. Si nos movemos hacia delante o atrás, el diámetro de la esfera (la columna) debe permanecer recto, con la distancia constante entre el centro de gravedad y la tierra y los pies alineados con el yin y el yang.
● Si el movimiento es lateral, sin traslación, los principios son los mismos y el cuerpo gira sobre su eje (como exprimir una naranja). Si la postura es en una sola pierna, el eje debe trasladarse a dicha pierna y todo el peso del cuerpo cae sobre el centro del pie.
Emociones en equilibrio
La consciencia de equilibrio dentro de la dualidad del yin y el yang se va internalizando, el cuerpo aprende a mantenerse en el medio, sin irse nunca al extremo yin, por ejemplo, todo el peso del cuerpo en la pierna de atrás; o irse a extremo yang, todo el peso adelante.
A medida que estos conceptos se aprenden y surgen automáticamente en nuestro cuerpo, aprendemos también a pensar y a sentir desde nuestro eje central, tratando también de no ir a los extremos emocionales. O por lo menos incorporando la capacidad de darnos cuenta del momento en el que estamos en el extremo y saber que hay formas de volver al centro.
Es así como emocionalmente logramos el equilibrio, reconociendo los aspectos yin y yang de cada emoción y su forma de complementarse con otras, ya que cualquier exceso será perjudicial, hasta un exceso de alegría.
Los procesos de mejora de equilibrio físico y de equilibrio emocional se retroalimentan. Los bloqueos energéticos se van soltando al mejorar el equilibrio físico y a su vez, las emociones generan menos bloqueos físicos al estar en equilibrio.
Lo importante no es estar siempre en equilibrio inalterable, sino darnos cuenta cuando estamos en desequilibrio y tener la capacidad de volver al centro.
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Bibliografía:
Libro “The Dao of Taijiquan: Way to Rejuvenation” de Jou Tsung Hwa - Tai Chi Foundation - ISBN 0804813574
viernes, 9 de abril de 2010
LAS TRES ETAPAS DE LA PRACTICA
TA1JI QUAN. Transmisión de la escuela CHEN / Autores: WANG Xian y Alain Caudine / Editor: Cuy Trédaniel
LAS TRES ETAPAS DE LA PRACTICA
La teoría en 3 puntos (3-3) el principio que dirige la progresión en el estilo CHEN, corresponde a 3 niveles de práctica y a tres tipos de energía, es decir las tres etapas del refinamiento de la energía interna propia del Taijiquan, esta progresión reposa sobre diferentes principios científicos de entrenamiento.
• La primera etapa (MING JING) es de la maestría de los movimientos del encadenamiento de la forma. Es la manifestación de la energía y de la fuerza bajo su forma básica externa y aparente.
• La segunda etapa (AN JING) es la de la expresión de la energía y de la fuerza bajo su forma más interna y escondida. Corresponde a la etapa del trabajo con el Ql, el aliento interno, es la fase de la comprensión de la energía.
• La tercera etapa (LING JING) la energía y fuerza misteriosa corresponde a una expresión muy sutil de la energía interna. Esta es el resultado final de la expresión de la riqueza y de la sutilidad de la esencia del Taijiquan de la escuela Chen.
Solamente la comprensión y la práctica sincera y asidua de estas tres etapas de los tipos de la energía y de los entrenamientos correspondientes, pueden llevarte al más alto nivel de sutilidad y de excelencia en el arte de este boxeo.
1) Maestría de la forma, entrenamiento de la energía y de la fuerza bajo su forma externa.
Es la primera etapa del aprendizaje del estilo CHEN, corresponde a la maestría de los movimientos a nivel de las manos, ojos, cuerpo y de los desplazamientos, en la forma exterior de cada movimiento, del encadenamiento de base. El trabajo se hace bajo la expresión manifestada de la energía, correspondiente a su forma dura, estancada e izquierda, inherente a cada uno y que se realiza al principio del aprendizaje. Ella caracteriza el nivel de base del Gong Fu.
Durante esta etapa, conviene estar vigilante a las reglas de base de los movimientos y en el seno de esas reglas, al trabajo de transformación de la energía estancada, esos dos puntos se realizarán de común acuerdo.
LAS TRES ETAPAS DE LA PRACTICA
La teoría en 3 puntos (3-3) el principio que dirige la progresión en el estilo CHEN, corresponde a 3 niveles de práctica y a tres tipos de energía, es decir las tres etapas del refinamiento de la energía interna propia del Taijiquan, esta progresión reposa sobre diferentes principios científicos de entrenamiento.
• La primera etapa (MING JING) es de la maestría de los movimientos del encadenamiento de la forma. Es la manifestación de la energía y de la fuerza bajo su forma básica externa y aparente.
• La segunda etapa (AN JING) es la de la expresión de la energía y de la fuerza bajo su forma más interna y escondida. Corresponde a la etapa del trabajo con el Ql, el aliento interno, es la fase de la comprensión de la energía.
• La tercera etapa (LING JING) la energía y fuerza misteriosa corresponde a una expresión muy sutil de la energía interna. Esta es el resultado final de la expresión de la riqueza y de la sutilidad de la esencia del Taijiquan de la escuela Chen.
Solamente la comprensión y la práctica sincera y asidua de estas tres etapas de los tipos de la energía y de los entrenamientos correspondientes, pueden llevarte al más alto nivel de sutilidad y de excelencia en el arte de este boxeo.
1) Maestría de la forma, entrenamiento de la energía y de la fuerza bajo su forma externa.
Es la primera etapa del aprendizaje del estilo CHEN, corresponde a la maestría de los movimientos a nivel de las manos, ojos, cuerpo y de los desplazamientos, en la forma exterior de cada movimiento, del encadenamiento de base. El trabajo se hace bajo la expresión manifestada de la energía, correspondiente a su forma dura, estancada e izquierda, inherente a cada uno y que se realiza al principio del aprendizaje. Ella caracteriza el nivel de base del Gong Fu.
Durante esta etapa, conviene estar vigilante a las reglas de base de los movimientos y en el seno de esas reglas, al trabajo de transformación de la energía estancada, esos dos puntos se realizarán de común acuerdo.
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